•  
  •  
 

The Life and Death of Secondary Education for All

Authors

Laura Selmo

Commentarios | Comments

Pring, R. (2013).
The Life and Death of Secondary Education for All
(Routledge, London and New York) 208 pp.
——————————————

Resumen

Richard Pring, Director del Departamento de Educación de la Universidad de Oxford hasta su jubilación, dirigió posteriormente un amplio estudio sobre el estado de la Educación Secundaria en el Reino Unido financiado por la Nuffield Fundation, cuyos resultados se recogieron en el libro Building Education for All: the Future of Education and Training for 14-19 Year olds in England and Wales, (2009) London, Routledge. En el libro que ahora reseñamos, Pring amplía ese estudio teniendo en cuenta la perspectiva internacional, ya que en muchos países existen problemas educativos similares, como se comprueba tras realizar estudios comparativos.

The Life and Death of Secondary Education for All se centra en el análisis de la «calidad del aprendizaje», y se orienta a comprender qué significa «aprender» cuando se considera esta actividad desde las perspectivas teórica, práctica y ética, atendiendo a todas las necesidades formativas a las que la educación debe responder.

El libro es un trabajo filosófico por su método, tiene una base empírica por los ejemplos que analiza, y defiende una visión más amplia del aprendizaje que la que subyace en la propuesta de reforma educativa del gobierno británico conocida con el nombre de «Secondary Education for All».

En su desarrollo, el texto ofrece referencias detalladas a la evolución de las escuelas, el tercer sector y el empleo juvenil, teniendo en cuenta la perspectiva internacional –asunto muy interesante en este momento crítico, en el que el contexto económico ha transformado las necesidades de empleo, y es necesario conocer qué habilidades y conocimientos ayudarán a las personas a insertarse en el mercado laboral?. Sin duda, la empleabilidad está vinculada a la educación, y la educación está relacionada –aunque no solo? con la capacidad de encontrar un empleo.

Los 18 capítulos que componen el libro se agrupan en tres partes. La primera se dedica al estudio de los fines, los valores y la cultura, cuestionando una vez más los que deberían presidir el ideal de una Educación Secundaria para todos. En el capítulo 1 se ofrece una introducción a esos temas y el autor se pregunta si la política educativa que pretendía lograr la «Educación Secundaria para todos» es un sueño o una realidad; para proseguir en el capítulo 2 analizando el concepto de niveles (standards) que son necesarios para poder hablar de éxito educativo.

El discurso sobre la necesidad de alcanzar estándares altos es una cuestión políticamente correcta, y tiene gran importancia para los políticos de la educación; pero a menudo la noción de standard no se vincula con los fines fundamentales de la educación. En el capítulo 3 se aborda la cuestión de qué significa ser «una persona educada» y qué capacidades y cualidades deberían adquirir los jóvenes para poder vivir una vida humana plena y para conducir sus vidas de manera inteligente.

Otras cuestiones tratadas en esta primera parte hacen referencia a la pregunta por el significado de la cultura, y en qué medida es posible hablar de una «cultura común» en la sociedad actual; la reflexión filosófica sobre los objetivos de la educación, y el sentido que pueden tener esos objetivos para los alumnos. En particular, se defiende un tipo de aprendizaje y de evaluación que sea congruente con los objetivos propuestos, y de qué manera los profesores y las organizaciones educativas pueden trabajar para conseguirlo.

En la segunda parte se tratan cuestiones prácticas derivadas de los objetivos estudiados en la primera. En los capítulos 6, 7 y 8 se consideran las dificultades que debe afrontar la educación para compensar las desigualdades sociales y se sugiere que la solución a muchas de las dificultades actuales de la educación pasaría por adoptar una visión más amplia de lo que se considera un «aprendizaje valioso», que la que se asume en muchos sectores políticos y educativos. El capítulo 9 y siguientes extiende esta visión al ámbito de «la comunidad de aprendizaje»: a las interacciones significativas que surgen dentro del grupo, a la comunidad de estudiantes ?también a las comunidades virtuales que se establecen con el apoyo de las nuevas tecnologías?.

En los capítulos siguientes Pring subraya la importancia de la enseñanza, y la necesidad de la formación continua de los docentes para su desarrollo profesional, pues no se puede perder de vista que los profesores son vitales para preservar lo que es esencial para la vida civilizada y para nuestra comprensión de lo que el ser humano y «la Enseñanza Secundaria depende absolutamente de la capacidad de enseñar [de los profesores]» (p. 123).

El capítulo 12 se dedica al problema de la evaluación. Pring sostiene que la necesidad que ahora tienen las instituciones escolares de que sus alumnos consigan buenos resultados en los rankings académicos deriva negativamente en una preparación de los estudiantes orientada casi exclusivamente a que «alcancen buenas calificaciones en los exámenes». Se les prepara para «superar con éxito una prueba» y eso está matando la «educación » de los alumnos y la profesionalidad de los docentes; por esto se hace necesario reconsiderar los métodos empleados para la evaluación.

En los últimos capítulos de la segunda parte se aborda el modo que tienen los estudiantes de entenderse a sí mismos en relación con el mundo de los adultos y con el mercado de trabajo en el que desean entrar. ¿Qué tipo de compromiso y ocupación permitirá a los jóvenes alcanzar su realización personal? No sólo necesitan información acerca de la gama de salidas profesionales que se presentan ante quienes tienen determinada titulación y competencias, sino que necesitan también la orientación oportuna para desarrollar su propio conocimiento; y este es también trabajo de los docentes. Así, Pring sostiene que información, asesoramiento y orientación (IAG) son cruciales para ayudar a los estudiantes a formarse un juicio propio y a la hora de la toma de decisiones sobre las diferentes posibilidades de formación y empleo.

En la tercera parte de esta obra se intenta esbozar una previsión del futuro de la educación. Los cambios sociales que están teniendo lugar –que pueden calificarse como una revolución global? socavan la idea tradicional de la educación como un servicio público de interés para todos.

Es necesario, por tanto, buscar soluciones a este problema, que tal vez puedan encontrarse por la vía de restablecer algún tipo de responsabilidades educativas a nivel local. La colaboración y cooperación de los agentes concretos implicados en la educación son esenciales si hay que dar respuesta a las necesidades de aprendizaje de todos los jóvenes. En el capítulo 17 se examina una de las posibles alternativas para hacer realidad el ideal de la educación para todos: revalorizar las escuelas privadas promovidas por grupos de diferente inspiración –también de inspiración religiosa?. El autor se pregunta, y ofrece argumentos para responder a cuestiones tales como si es posible mantener este tipo de enseñanza en el seno de nuestra sociedad, cada vez más diversificada en los ámbitos ético y religioso, cómo y en qué condiciones es posible o si necesitamos más bien una «escuela común».

En conclusión, en el capítulo 18 Pring recomienda a los educadores hacerse constantemente la pregunta: «¿Qué se considera, hoy en día, una persona educada?» (p.190). Y sugiere que para hacer realidad el ideal de una «Educación Secundaria para todos» es necesario fijarse objetivos, dejar de culpar a la escuela de todos los males de la sociedad, adoptar una visión más amplia de lo que vale la pena aprender, modificar el sistema de evaluación de la educación, respetar más a los maestros, una mayor implicación de las comunidades locales en la educación, apostar por la colaboración y no por la competitividad, entender la educación como un servicio público y no como un negocio para la ganancia privada, y recordar a los gobiernos que deben reconocer sus límites y limitaciones en el ámbito educativo.

Este libro del profesor Pring ofrece una excelente oportunidad para reflexionar sobre la educación y sus objetivos, y sobre cuestiones importantes: ¿Qué sentido tiene educar hoy, ahora, en nuestro tiempo? ¿Cómo es posible preparar a los jóvenes para que sean mejores personas y obren bien? Estas son algunas de las preguntas que han guiado al autor a lo largo de su investigación. Comenzando por el estudio de los filósofos griegos ?Sócrates, Platón y Aristóteles?, explora los objetivos de la educación y las funciones que corresponden a la escuela y a la comunidad local para contribuir a mejorar la educación para todos.

Y teniendo en cuenta que corresponde a los profesores un papel esencial ?pues deben preparar a los jóvenes para que puedan hacer frente a la vida y elegir la mejor manera de realizarse a sí mismos?, la formación permanente del profesorado no puede terminar nunca. Es necesario reflexionar sobre estas cuestiones y actuar en consecuencia. En concreto, es necesario pensar en la Educación Secundaria para todos no sólo con una perspectiva de presente, sino teniendo también en cuenta el futuro de las jóvenes generaciones y su realización como seres humanos.
Este libro invita a pensar seriamente sobre estas cuestiones para hacer realidad el ideal de una Educación Secundaria que sea realmente educativa y para todos.

Licencia Creative Commons | Creative Commons License

Creative Commons Attribution-NonCommercial 4.0 International License

Esta obra está bajo una licencia internacional Creative Commons Atribución-NoComercial 4.0.
This work is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial 4.0 International License

This document is currently not available here.

Share

COinS